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  Muchas veces me pregunto, si realmente estoy lista para asumir las decisiones que eh tomado. En variadas ocasiones busco la respuesta a esta interrogante, y con esto pongo en una balanza mis reales deseos. Tengo ese miedo, y aunque esta oculto, se asoma en mi vida y sonriente con despecho, me observa. Temo perder, pero es como dice el clásico cliché, nunca  ganas sin apostar... ¿ estaré realmente apostando demasiado?

     En cierto punto, el temor incrementa al poner en jaque la compañía de esos amigos de siempre, o el beso de algún chico que sea de mi agrado. Me pongo impaciente cuando huelo mis errores acercarse.

   Siento que al final de camino, solo un atajo es el real ¿sera entonces ese camino el que he  recorrido?.

     No comprendo en que atardecer, mi cuerpo llego a tal estación, mis miradas no distinguen en que momento cambio todo. En que instante las caricias dejaron de satisfacer mis reales deseos, tampoco puedo encontrar la razón que domina mi cuerpo.Mi mente ya no se conecta con el corazón, no logro diferenciar que cosas son solo parte de la monotonía  y cuales otras son realmente parte de mis interés.

    Se que hasta acá todo suena muy abstracto, pero no entiendo en que minuto deje de confiar en algunos "amigos" o personas cercanas, en que momento comencé a sentir lastima, por esas personas que en algún momento me levantaron y fueron mi razón de sonreír... creí que con ellos todo seria distinto, pero cada persona tiende a enaltecer relaciones, que no te dejan nada de que sentirte realmente orgullosa... no quiero perder esa cercanía con esas personas, pero siendo conscientes, ellos mismos están tan perdidos en sus actos que apartase de mi lado  no es mas que un detonante en su propia caída. Así como me alejan a mi , ya han alejado a mushos, por lo cual no me siento especial, culpable, ni destruida, solo creo que es algo que vino con el viento y se ira con el sereno de la mañana.

      No comprendo tampoco, por que ya no pienso en el como lo hacia antes, es como un retroceso en el tiempo, pues fue ya hace un año que mis labios se enrollaron en su piel, y no estoy triste, no me toca... soy como inmune a lo que pasa por mi vida, es como si algo que me acompleja se hiciera parte y luego junto al fuego de mis escritos se derritiera suavemente. Dejo de ser especial, dejo de ser único, dejo de ser importante.

    Entonces... ¿que me queda? , ¿a quien le dedico canciones?,¿quien es la inspiración de mis poemas?, ¿ahora a quien evocan mis recuerdos?, ¿ a quien enunciare en mis noches de delirio?...

    Ya no me atrae, no me provoca, ni satisface, es solo uno mas. Ni sus arrullos, ni sus sonidos, tampoco sus labios envueltos en mi pecho, me hacen pensar en el amor que algun día jure por el, ya nada me tienta, nada me atrae, su aroma se evapora, se conduce, se despeja. Es como si la venda que puse sobre  mis deseos estuviese en el suelo. Creo que alfin comprendí todo.

               Si creo estar en el camino correcto, creo que este es el momento para brillar, encantar y seducir, por que nada me ata, por que nada me adormece, simplemente siento que todo esta en calma, aun así temo perder mi magia, mi encanto, mi luz, la madures toca mi puerta, a gritos pide abitar mi aura, la madures provoca y encandila mi ser.
Si es así aun llena de temor afrontare los desafíos que por decisión propia conduje a  mi vida